¿Y qué es una traducción oficial? En este post presentaremos los conceptos básicos para entender la importancia de esta figura en Uruguay.
Se suele escuchar que para que una traducción sea oficial, debe ser expedida por un Traductor Público. Pero, a fin de cuentas, ¿a qué nos referimos cuando hablamos de traducción oficial?
La traducción oficial se refiere a la traducción de documentos, que debe ser firmada y sellada por un Traductor Público en estricto cumplimiento de las formalidades establecidas. Es importante destacar que todo documento expedido fuera del país en un idioma extranjero que pretenda ser presentado ante cualquier organismo público nacional debe ser traducido al español por un Traductor Público. A su vez, para que la traducción sea válida el documento a ser traducido deberá estar previamente legalizado o apostillado, según corresponda, por parte de la autoridad competente en el país de origen.
Ahora bien, ¿quién es entonces exactamente el Traductor Público? Es un profesional universitario, capacitado para traducir todo tipo de documentos públicos o privados en sus idiomas de trabajo. Una particularidad de los traductores públicos en Uruguay es que, al igual que los Escribanos, son depositarios de fe pública.
En nuestro país, la casa de estudios formadora de estos profesionales es la Facultad de Derecho de la Universidad de la República, donde se dicta desde el año 1976 la carrera de Traductor Público. Otra peculiaridad es que esta es una de las pocas carreras que exigen la aprobación de una prueba de admisión para garantizar el ingreso a facultad. Dicha prueba se compone de una evaluación en idioma español y otra en el idioma extranjero.
La carrera se imparte actualmente en 5 idiomas, a saber: inglés, portugués, alemán, francés e italiano y tiene una duración de 4 años, considerándose un equivalente a una licenciatura.
Claro está, para el ejercicio de la profesión el dominio de los idiomas de actuación es imprescindible. Los aspirantes a traductores públicos deberán tener un dominio amplio de sus pretendidos idiomas de trabajo al momento de comenzar sus estudios universitarios, pues el propósito no es impartir conocimientos de idiomas, y sí de traducción y técnicas de traducción.
Vale recordar que, además de traducir documentos, el traductor público puede desempeñarse también como perito judicial y como intérprete en actos procesales.
En nuestro país, los traductores públicos estamos nucleados por el Colegio de Traductores Públicos del Uruguay, una asociación profesional sin fines de lucro, pionera en la región, que fue fundada en 1950. El Colegio de Traductores es miembro fundador de FIT-Latam y a su vez integrante de FIT, la Federación Internacional de Traductores.
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